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Un ángel de la guarda para Ángel

La historia de un perro que no sólo recuperó la salud sino un nuevo hogar y una nueva vida a través del CAAN

7 de octubre de 2014

Ángel es uno de los muchos perros que cada día llegan al Centro de Acogida de Animales Abandonados de A Armenteira, dependiente de la Diputación de Pontevedra, pero su caso es toda una historia de sensibilidad y de afectos.

Llegó al CAAN el 2 de agosto de la mano de un particular que lo encontró en un polígono del municipio de Sanxenxo en un estado lamentable y que pensó que en el centro de A Armenteira quizás pudieran hacer algo por su recuperación.

Sarna, ceguera, articulaciones inflamadas o hambre no hacían albergar demasiadas esperanzas de futuro.

Cuando llegó al centro casi no tenía pelo; su piel estaba en muy mal estado, llena de costras debido a la sarna generalizada que padecía. Apenas andaba, tenía todas las articulaciones inflamadas y no podía ver, no sólo por las cataratas que padece debido a su avanzada edad sino por las úlceras corneales que presentaba en sus dos ojos.

Los primeros días su evolución no fue favorable, no comía e incluso llegó a padecer un proceso respiratorio. Parecía que cada día se apagaba un poco más, pero los veterinarios pusieron todo su empeño en sacarlo adelante.

Color canela

También fuera del CAAN alguien seguía preocupándose por él. Su rescatador llamaba a menudo para interesarse por su estado y, aunque en los primeros días las noticias no eran muy esperanzadoras, poco a poco los esfuerzos y la perseverancia del personal del centro y el carácter luchador de Ángel fueron dando resultados.

Ángel comenzó a comer y a responder bien al tratamiento. Cada semana la mejoría era muy evidente y, por fin, el pelo comenzó a crecer y se pudo comprobar que era de color canela.

Fue en este momento cuando Ángel Manuel Fontán, el particular que lo había recogido en Sanxenxo y que nunca dejó de interesarse por él, decidió adoptarlo y darle unos últimos años de vida dignos y felices.

Ángel se encuentra ahora en su nuevo hogar con el ángel de la guarda que no sólo le dio la oportunidad de recuperarse sino que decidió ser su protector y compañero en la recta final de su vida.

Campañas de sensibilización

Ésta es una de las muchas historias con final feliz que semana a semana se viven en el CAAN, historias en las que la sensibilidad y el altruismo de unas personas tratan de compensar y remediar la irresponsabilidad de otras.

Por eso la Diputación de Pontevedra está trabajando en el diseño y preparación de una segunda campaña de concienciación y sensibilización social destinada a promover el respeto a los animales y su bienestar, así como a promover las adopciones.

En este sentido, desde el CAAN recuerdan que la adopción es una de las mejores fórmulas para las personas interesadas en tener y cuidar un animal.

El propio centro facilita la adopción de forma totalmente gratuita, premiando la decisión de adoptar frente a la de comprar un animal. Los animales adoptados en el CAAN son entregados a sus nuevos propietarios desparasitados, vacunados e identificados con el correspondiente microchip.