El Centro de Acogida y Protección Animal de A Armenteira denuncia el incremento del número de casos de maltrato de los animales y de actuaciones irresponsables por parte de los propietarios, tal y como  puede constatar por el estado en el que muchos de los animales recogidos llegan al Centro, seriamente enfermos, lesionados e, incluso, envenenados.

Desde su entrada en funcionamiento, este Centro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, ejerce una destacada labor social tanto con la recogida y el cuidado de los animales abandonados en las calles de los municipios de la provincia, y con la promoción de conductas responsables y de las adopciones, como con la denuncia de los casos de maltrato que percibe.

Una buena muestra de este compromiso del CAAN con el bienestar de los animales son, precisamente, los casos de animales maltratados que llegan al Centro y que son recuperados gracias a los cuidados y a las atenciones del personal.

Estos son algunos ejemplos:

Lidia. Pastora alemana, de 4 años de edad, que fue recogida de forma urgente el día 27 de diciembre de 2013 en Salvaterra de Miño, después de ser atropellada y abandonada en la carretera. A su llegada al Centro pudo constatarse una fractura de cadera y múltiples complicaciones a consecuencia del impacto, que hoy son agua pasada para ella ya que se encuentra totalmente recuperada a la espera de encontrar un nuevo hogar en breve.

Kurt. Macho de Golden Retriever, de unos tres años de edad, que fue recogido el 7 de diciembre de 2013 en Lalín con un lazo, empleado para la caza furtiva, incrustado en el cuello y otro en la pata izquierda. Su captura fue extremadamente difícil pues se encontraba vagando por las zonas rurales de la parroquia de Meixome, y el dolor que le producía la presencia de los lazos de acero incrustados en el cuerpo era tal que evitaba cualquier contacto, manteniendo grandes distancias con la gente. Esta captura fue posible gracias a la destreza, dedicación y constancia de la Asociación Protectora Peludos sen Fogar de Lalín.

A su llegada al Centro fue necesario intervenirlo quirúrgicamente para retirarle los lazos de acero y, una vez curadas las heridas, fue imprescindible la rehabilitación de la pata posterior izquierda pues estaba totalmente atrofiada por la ausencia de uso durante meses. Después de ser totalmente recuperado y socializado en el Centro, ya encontró un nuevo propietario.

Manijo. Mestizo de 7 años que fue recogido el 24 de enero de 2014 en Mos, en la A-55, después de ser atropellado. Presentaba una fractura completa de la pata izquierda delantera. Precisó de una intervención quirúrgica, pero hoy se recupera de su lesión en el CAAN. Como el resto de los animales que están en el Centro, busca un hogar.

María Ánxeles. Perra mestiza, de año y medio de edad, que fue recogida el 29 de enero de 2014 en la parroquia de Louredo, en Mos, con síntomas evidentes de envenenamiento. A su llegada al Centro fue tratada urgentemente y consiguió estabilizarse en un par de horas. Su recuperación es lenta y se mantiene ingresada, ya que el veneno afectó a su sistema nervioso y hepático, produciéndole muchos daños, pero afortunadamente, a día de hoy, se encuentra mucho mejor y su analítica sanguínea refleja un retroceso evidente en los daños causados. En breve se espera que su recuperación sea total y pueda ser adoptada.

Historias como éstas son protagonistas día a día en el Centro de Acogida y Protección Animal de A Armenteira, cuyos trabajadores no sólo se implican en el cuidado y atención de los animales sino en la denuncia y persecución del delito, realizando un promedio de seis denuncias mensuales entre los casos de abandono constatado, casos de maltrato o incluso por el uso de venenos en el medio natural.

Cualquier persona interesada en adoptar en el CAAN puede visitar el Centro, consultar la página www.caan.depo.es o llamar por teléfono al número 608 975 326, donde será puntualmente informada.

Recordemos que la adopción no supone ningún coste para el interesado y que los animales adoptados en el CAAN son entregados a sus nuevos propietarios desparasitados, vacunados e identificados con el microchip.