El mes de enero fue un buen mes para los perros más mayores del Centro de Acogida y Protección de Animales (CAAN) de la Diputación de Pontevedra. Más del 60 % de los animales adoptados fueron adultos que llevaban muchos meses en el centro de A Armenteira esperando por una persona interesada en su atención. En total fueron 40 los que consiguieron una segunda oportunidad en las primeras semanas de 2016.

Los trabajadores del CAAN llevan desde siempre concienciando a sus visitantes sobre la importancia de adoptar perros adultos y, en especial, a los más "viejecitos" de la perrera, que generalmente precisan de unos cuidados mayores pero que, en contraprestación, tienen una mejor adaptación a su nuevo hogar. De hecho, desde la Diputación de Pontevedra se está trabajando en una nueva campaña informativa para la ciudadanía en general que se pondrá en marcha en los próximos meses con el objetivo de buscar nuevos dueños para los más veteranos.

Anxo, un deseo cumplido

Algunas de las adopciones que se sucedieron en este año fueron especialmente emotivas, tanto por el tiempo que los perros llevaban en el centro como por las condiciones en las que habían sido recogidos en su día.

El pasado 25 de enero fue adoptado el primer perro recogido por el CAAN. Fue el primer inquilino de las instalaciones de A Armenteira después de ser encontrado el 8 de abril de 2013 en el ayuntamiento de Fornelos de Montes. Tuvieron que pasar 2 años, 8 meses y 17 días para que Anxo, nombre con el que el perro fue bautizado por los trabajadores a su entrada en el centro, encontrara una nueva familia que estuviera dispuesta a darle el cariño y las atenciones y cuidados que precisa. En esta ocasión fue Eduardo, un vecino de Vilanova de Arousa, quien, sin saberlo, tomó la decisión de adoptar al perro más veterano.

La adopción fue muy significativa e importante para todo el equipo de veterinarios y cuidadores ya que, a mayores de implicar una buena noticia para un gran amigo que se fue ganando el cariño de todos, supone una nueva motivación para mantener la esperanza de que perros como él, que llevan más de dos años en el centro, puedan encontrar una nueva familia.

Nueva vida en Galicia

Silvinha fue recogida en julio de 2014 en el ayuntamiento de As Neves. Según indicaba su microchip procedía de Portugal, donde residía su propietario. El CAAN realizó diferentes requerimientos y notificaciones al dueño y tuvo que denunciarlo finalmente por abandonar la perra  a su suerte.

Los veterinarios destacan las condiciones en las que Silvinha llegó al centro, ya que presentaba fuertes infecciones oculares y de oído, así como una sarna generalizada. En el CAAN trataron sus enfermedades e incluso realizaron la intervención quirúrgica que precisaban sus ojos. A pesar de todos sus padecimientos Silvinha siempre tuvo un carácter muy bueno, demostrando su agradecimiento por las atenciones recibidas y haciéndose querer todos los días por sus cuidadores. Finalizado el tratamiento la perra recuperó su belleza natural, lo que hizo posible que, a pesar de su avanzada edad, encontrara una familia perfecta para ella. En esta ocasión fueron Ruth y su pareja los que tomaron esta decisión tan importante.

En el CAAN esperan que otras personas tan generosas como Eduardo y Ruth opten por incrementar su familia adoptando un perro adulto, dando una segunda oportunidad a otros animales con nombres propios como Amor, Souta, Alan, Rómulo, Cristina... y así emendar la conducta irresponsable de algunas personas, que los abandonaron y previamente incluso los maltrataron.

Las personas interesadas en adoptar un perro pueden visitar el centro de A Armenteira o consultar la página web (www.caan.depo.es), donde pueden encontrar fotografías y datos puntuales de todos los animales que están en las instalaciones. También se puede llamar por teléfono al 986 140 360, donde el personal del centro facilitará toda la información solicitada.

Hay que recordar que la adopción no tiene ningún coste para el interesado, premiando así la decisión de adoptar frente a la de comprar un animal. Los perros recogidos en el CAAN, además, son entregados a sus nuevos propietarios  desparasitados, vacunados e identificados.